viernes, 27 de diciembre de 2013

¿Negocio o Cultura?

El Ministerio de Fomento va a convertir, a través de la empresa privada, las casas de los fareros en hoteles y restaurantes. Las que están deshabitadas se recuperarán del abandono en el que se encuentran y en aquellas en las que aun viven fareros se cambiarán los inquilinos: el farero y su familia se marcharán, su casa, sus dormitorios... se convertirán en habitaciones de hotelito con encanto que disfrutarán aquellos que puedan pagarlo. Quien lo haga disfrutará de la soledad, el misterio y los enclaves privilegiados que tienen estas edificaciones, pero no podrán disfrutar de la auténtica alma del faro ni de las vistas privilegiadas que ofrecen, porque la casa del farero es solamente una casa, en un lugar excepcional, pero solamente una casa. 

El Ministerio tiene una ocasión perfecta para, además de negocio, fomentar la Cultura. Esas vistas estupendas de las que hablaba Ana Pastor no se disfrutan desde las ventanas de las casas, se disfrutan desde las linternas de los faros. La magia no está en la cocina, ni en el salón: está en la escalera de la torre, en la cámara de servicio, en la lente.  La historia y la cultura están dentro de las torres.

Nuestros faros son un patrimonio histórico, cultural y arquitectónico tan valioso como desconocido y éste es el momento de abrir sus puertas a la población española para que los conozca por dentro. Conocerlos es enamorarse de ellos, y amar es proteger y respetar. 

No hay comentarios: